Asegúrese de cronometrar las contracciones.

Mantenga un entorno relajado. Reduzca la intensidad de las luces y evite los ruidos fuertes. Trate de poner música suave o relajante.

Sugiérale a la madre que se acueste en una tina llena de agua tibia a fin de aliviar el dolor de las contracciones.

Intente distraer a la madre de las contracciones con un corto paseo o un masaje.

Anímela a que descanse si está cansada.

A medida que aumente la intensidad de las contracciones, ayúdela a utilizar las técnicas de respiración especiales para el parto.

Pídale a la madre que camine o cambie de posición por lo menos una vez por hora. Esto mejora la circulación y ayuda a que el bebé descienda.

Continúe recordándole que respire y se relaje durante cada contracción.

Tranquilícela. Intente evitar que se ponga ansiosa o se estrese demasiado.

Cuídese usted también. Haga una breve pausa para comer o vaya al baño cuando lo necesite.

Aproveche a descansar cuando la madre lo haga; Ambos se beneficiarán.

Ayude a la persona que está dando a luz a colocarse en la posición adecuada para pujar. Sostenga su cuerpo mientras ella puja. Una posición semisentada o semiagachada permite que la fuerza de la gravedad ayude al parto.

Recuérdele que debe descansar entre las contracciones. Dele ánimo avisándole cuando aparezca la cabeza del bebé.

Tenga en cuenta que es posible que le pongan una máscara y una bata para el parto, según la política del hospital.

Es probable que le permitan quedarse con la madre durante la cesárea. Si permanece junto a ella, se le pedirá que se ponga una máscara y una bata quirúrgica.

Recuerde que una cesárea es una operación. La zona abdominal de la madre estará cubierta y no podrá verse. No toque las zonas cubiertas, ya que están esterilizadas.

Si no se le permite que esté presente durante la cesárea o si le resulta incómodo hacerlo, espere junto con los demás amigos y familiares en la sala de espera.