¿Cuáles son las causas de las migrañas?

No está claro por qué ocurren las migrañas. Si algún miembro de la familia tiene migrañas, es más probable que su hijo también las tenga. Muchas personas encuentran que sus migrañas empiezan a causa de un “desencadenante”. Algunos desencadenantes comunes de las migrañas son:

• Sustancias químicas presentes en determinados alimentos y bebidas, como los quesos curados, las carnes de res procesadas, el chocolate, el café y los refrescos de soda

• Sustancias químicas transportadas por el aire, tales como el humo del tabaco, los perfumes, los pegamentos, las pinturas o los productos de limpieza

• Deshidratación. Esto significa que no hay suficiente líquido en el cuerpo.

• No dormir lo suficiente o dormir demasiado

• Los cambios hormonales que se producen en el cuerpo durante la pubertad

• Ciertos factores ambientales, tales como las luces intensas o destellantes, el sol caliente o los cambios en la presión atmosférica

Las fases de las migrañas

Las migrañas suelen evolucionar en cuatro fases. Su hijo podría o no experimentar las cuatro fases. Quizás estas no sean las mismas cada vez que tiene una migraña. Las cuatro fases básicas de las migrañas son:

• Pródromo. En esta etapa inicial, quizás su hijo se sienta cansado, inquieto o malhumorado. Pueden pasar horas o días antes de que comience el dolor de cabeza.

• Aura. Hasta una hora antes de que aparezca el dolor de cabeza, su hijo podría experimentar un aura (olores, visiones o sonidos extraños). Quizás esté acompañada de luces centelleantes, puntos ciegos, otros problemas de la visión, confusión o dificultades para hablar.

• Cefalea migrañosa. Su hijo tiene dolor en uno o ambos lados de la cabeza. Quizás sienta náuseas o tenga una alta sensibilidad a la luz, los sonidos y los olores. También pueden presentarse vómitos o diarrea. Esta fase puede durar de algunas horas a unos días.

• Postcefalea o recuperación. Durante, aproximadamente, un día después de la desaparición del dolor de cabeza, su hijo se podría sentir cansado, adolorido y agotado.

¿Cuáles son los síntomas de las migrañas?

Es posible que su hijo tenga algunos de los síntomas siguientes o todos ellos:

• Dolor, en muchos casos intenso, que aparece en una zona específica de la cabeza (como, por ejemplo, detrás de un ojo)

• Aura (olores, visiones o sonidos extraños)

• Náuseas y/o vómito, o diarrea

• Sensibilidad a la luz o el sonido

• Sensación de adormecimiento

¿Cómo se diagnostican las migrañas?

Para diagnosticar las migrañas, el proveedor de atención médica hará lo siguiente:

• Le preguntará sobre los síntomas de su hijo y otros posibles trastornos de salud que pueda tener. También podrían preguntarle si algún miembro de la familia tiene antecedentes de migrañas.

• Les pedirá a usted y a su hijo que lleven un “diario de los dolores de cabeza” por un breve período. Aquí tendrán que anotar la hora del día a la que a su hijo le dan los dolores de cabeza, el lugar donde siente el dolor, la frecuencia con que le ocurren las cefaleas y la intensidad de los dolores. También podrían pedirles que anoten las cosas que mejoran o empeoran el dolor de cabeza. El diario puede ayudar al proveedor de atención médica a obtener más información sobre los dolores de cabeza y a determinar el tratamiento óptimo.

• Antes de diagnosticar una migraña, el proveedor de atención médica de su hijo puede solicitarle la realización de una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

¿Cómo se tratan las migrañas en niños y adolescentes?

El tratamiento de las migrañas de su hijo dependerá de la frecuencia con que las tenga y cuán graves sean. Si el diagnóstico resulta difícil, el proveedor de atención primaria de su hijo posiblemente le recomiende consultar a un especialista en cefaleas llamado neurólogo. Algunos productos de venta libre pueden aliviar algunas migrañas. Para migrañas leves a moderadas, use paracetamol, ibuprofeno y naproxeno de manera temprana en el curso de la cefalea. Si su hijo también experimenta falta de apetito, dolor abdominal y vómitos junto con la migraña, su proveedor de atención médica puede recetarle medicamentos para controlar las náuseas y los vómitos. 

Algunas migrañas necesitan medicamentos recetados para tratarlas y prevenirlas. El médico de su hijo determinará si se necesitan medicamentos ahora o si es necesario derivarlo a un especialista en cefaleas.

El uso excesivo de medicamentos para las migrañas puede provocar cefaleas de rebote. Utilice todos los medicamentos con cuidado, incluidos los de venta libre y los recetados. Consulte al proveedor de atención médica de su hijo si su hijo toma algún medicamento para la cefalea más de dos veces por semana.

Los cambios en el estilo de vida también sirven de ayuda para controlar las migrañas. Por ejemplo:

• Técnicas de relajación como biorretroalimentación, visualización o hipnosis

• Terapia cognitivo-conductual

• Acupuntura

• Actividad física

• Reposo

• Dieta saludable

En algunos niños, seguir una dieta equilibrada sin saltarse comidas, hacer ejercicio regularmente y tener un horario de sueño consistente ayudan a reducir las migrañas.

¿Cuáles son los asuntos que hay que abordar a largo plazo?

A medida que su hijo va creciendo, es posible que le cambie la frecuencia con que le dan migrañas. Además, la probabilidad de que el niño tenga migrañas toda su vida puede aumentar si uno de sus padres también las tiene.

¿Cuándo debo llamar a mi proveedor de atención médica?

Llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo si el niño tiene alguno de estos síntomas: 

• Dolor de cabeza que no responde al tratamiento de rutina.

• Dolor de cabeza que parece ser diferente o mucho peor que los episodios anteriores

• Dolor de cabeza al despertarse por las mañanas o en plena noche

• Confusión severa o comportamiento alterado relacionado con un dolor de cabeza

• Mareos, torpeza, problemas para hablar u otros cambios con dolor de cabeza

• Migrañas que le dan más de una vez por semana o que de repente se vuelven más frecuentes

A menos que le indique lo contrario, llame al proveedor de atención médica de su hijo si el niño tiene alguno de estos síntomas:

• Su hijo tiene fiebre de 100.4 °F (38 °C) o más alta, o según le indique su proveedor de atención médica.

• Su hijo tiene el cuello rígido.

• Su hijo tiene convulsiones.